Hay vinos que se beben, y hay vinos que se escuchan. Como una canción que te atrapa desde el primer acorde, hay etiquetas que conectan con el alma antes de que toques la copa. Viña Cordelia es eso: una bodega que compone vinos como quien escribe partituras con la tierra, el tiempo y la intuición.
Y si hay una obra maestra que condensa la historia, la sensibilidad y el legado de esta bodega, es su Mistela de Cordelia 2020. Creada originalmente por Don Luis Abella en 1948 y mantenida viva por su nieto Jordi, esta mistela elaborada con uva Rosa del Perú es mucho más que un vino generoso: es un tributo familiar, una joya sensorial que vibra en cada sorbo. Con su crianza de 24 meses en barricas y sus notas de frutos secos, miel y caramelo, es el postre que canta en clave barroca.
Playlist sugerida: Vivaldi, Bach, clavecín y cuerdas suaves.
Recomendación: acompáñala con postres, quesos azules o simplemente un momento de pausa y contemplación.
La tierra como partitura: San Luis Potosí en clave vinícola
San Luis Potosí es una de las regiones vinícolas emergentes más fascinantes de México. Con suelos arenosos, arcillosos y de limo, ha empezado a gestar una voz propia, afinada por el trabajo de bodegas como Viña Cordelia. Desde hace más de 70 años, esta casa familiar de raíces catalanas ha sabido equilibrar la tradición artesanal con la tecnología moderna y una filosofía orgánica del viñedo.
Cordelia Arribat Corte Superior: jazz nocturno, copa en mano
Este ensamblaje tinto de Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah es como un solo de saxofón en un bar húmedo y silencioso. En nariz, las frutas negras compotadas se mezclan con canela y vainilla, como notas que acarician sin prisa. En boca, es redondo, sedoso, con una acidez media que mantiene el ritmo, como un buen jazz: complejo, pero sin pretensiones.
Playlist recomendada: Miles Davis, Tom Waits, Chet Baker.
Maridaje tradicional: costillas al grill con puré de papa.
Maridaje aventurero: pastel de chocolate amargo.
Cordelia Noi Blanc de Noir: pop fresco para tardes luminosas
Hecho 100% de uva Malbec pero sin contacto con las pieles, este blanc de noir es como una melodía indie tocada al piano en una tarde de picnic. Notas de lima, pera y piña se deslizan con ligereza. En boca, es suave, de acidez vivaz y final corto: como una canción pegajosa que te hace sonreír sin saber por qué.
Playlist recomendada: Carla Morrison, Natalia Lafourcade, Kimbra.
Maridaje tradicional: pescado a la parrilla.
Maridaje aventurero: carpaccio de betabel con nuez garapiñada.
Mistela de Cordelia 2020: un concerto barroco de raíces y nostalgia
Desde 1948, Don Luis Abella comenzó a elaborar esta mistela en el Rancho Cordelia, inspirado por la tradición catalana que trajo desde Palma d’Ebro. Hoy, su nieto Jordi Abella continúa la tradición con uvas Rosa del Perú cosechadas a mano, pisadas artesanalmente y criadas 24 meses en barricas de roble francés y americano.
Este vino generoso no solo es la joya de la bodega, es un puente emocional entre la memoria familiar y la sofisticación sin pretensiones. A la vista, presenta un color ámbar brillante; en nariz, destacan frutos secos, miel y caramelo; en boca, dulzor equilibrado y frescura vibrante.
Playlist recomendada: suites para clavecín de Bach o conciertos de Vivaldi.
Maridaje tradicional: postres, foie gras, quesos potentes.
Maridaje aventurero: pizza con pera y queso azul.
Maridar con los sentidos: eligiendo tu vino como eliges tu canción
Cuando eliges un vino, como cuando eliges música, no es solo cuestión de gusto. Es cuestión de estado de ánimo, de entorno, de memoria. Viña Cordelia no hace vinos para expertos: hace vinos para quienes están dispuestos a sentir.